Esta es una de las conclusiones del proyecto que durante tres años ha estado realizando el Grupo de Investigación de Geología de la Universidad de Huelva. Dirigido por el profesor Juan Antonio Morales, y bajo el nombre ‘Evaluación del impacto de la presa de Alqueva sobre la sedimentación del río Guadiana y la Costa de Huelva’, este trabajo de investigación arroja unas conclusiones no muy positivas. La primera de ella gira en torno a la cantidad de sedimentos o arenas que el Guadiana surte a las playas de Huelva, un aporte que, desde que esta presa está operativa, -se empezó a construirse en la década de los 90 y a llenarse en 2002- ha descendido un 75 por ciento: un descenso importanteque está perjudicando sobremanera al litoral onubense.
Morales explica que la dinámica del litoral en la misma desembocadura del Guadiana se ha visto gravemente afectada por el mayor embalse de Europa. Una dinámica que se inicia con varias etapas en el mismo estuario cuando la corriente del río se topa con la pleamar. Este choque provoca que los sedimentos que arrastra el río formen una balsa, balsa que será arrastrada por la bajamar hasta la misma desembocadura en Ayamonte. En la última etapa entra en juego el oleaje que frena el curso del sedimento y lo va repartiendo, siempre de oeste a este, por toda la costa, regenerando las playas de arena de una manera natural.
Sin embargo, al cortar la macropresa portuguesa el aporte de sedimento al río, estas etapas no se están desarrollando como debieran, un hecho que se preveía. Lo que se desconocía era cuánta arena iba a dejar de llegar, por el apresamiento, y cuándo empezarían a notarse los efectos en las playas, variables éstas que han centrado este proyecto, financiado por la Junta de Andalucía, al ser seleccionado en la convocatoria Proyectos de Excelencia.
Para llegar a estas conclusiones, el profesor de la UHU indica que primero tuvieron que estudiar el tránsito de arena por el estuario. “Este tránsito se ha cortado. Las corrientes ya no llevan la misma cantidad de arena. La que desemboca en el océano es el remanente de sedimentos que ya estaba almacenado en el estuario. Pero esta reserva no se renueva. Algún día se acabará, por lo que el Guadiana dejará de ser un proveedor de arena para nuestras playas en un par de décadas”.
Asimismo han caracterizado la arena, ya que ésta baja a una velocidad u otra dependiendo de su granolumetría;caracterización realizada con las trampas de sedimentos, que unida a la medición de las corrientes, han desvelado que el río baja una cuarta parte de lo que en realidad el Guadiana podía llevar, asegura Morales, especificando que en pleamar el sedimento arrastrado ha descendido un 78 por ciento, y en bajamar, un 79.
Cifras que arrojan un dato inquietante. “Esto supone que Alqueva ha reducido en un 75% el aporte de arena a las playas de Huelva;sólo llega un 25 por ciento de sedimentos, algo que no es suficiente para la regeneración natural de la costa de Huelva”, concluye Morales. Estos datos recogen la primera de las conclusiones de este proyecto que será presentada por el profesor de la Onubense en un congreso a celebrar en Larache, Marruecos el próximo mes de noviembre.
Medidas. El director de este proyecto comenta que los resultados obtenidos en la evaluación del impacto de la presa de Alqueva sobre la sedimentación de la Costa podrá servir de base para diseñar una serie de medidas correctoras que permitan paliar esta situación que se avecina a paso lento, pero seguro.
No obstante, Morales advierte que resultaría difícil corregir el déficit de aporte de arena provocado por la macropresa potuguesa, aunque se podrían estudiar algunas ideas para ponerlas en marcha.
Una de estas medidas la focaliza el profesor de la Onubense en un posible trasvase de sedimentos desde el embalse a las zonas afectadas, algo que resultaría, por lo visto, muy costoso, a la vez que complicado.
En este proyecto de la Universidad han participado también Mercedes Cantano, Antonio Rodríguez, Irene Delgado y Claudio Lozano.