SEVILLA 1 Sept. 09 (ABC)

La Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta mostró ayer su desacuerdo con la imagen que se está dando del proyecto de la variante del Rocío (Huelva), especialmente a raíz de las críticas recogidas por este periódico el pasado domingo y realizadas contra la actuación por parte del Club Doñana y por la organización WWF Adena, disconformes con el impacto ecológico de las obras. Al respecto, la Consejería señaló que está previsto, una vez concluyan los trabajos, que se ajustan totalmente a la legalidad, subraya, un plan integral de restauración de las zonas afectadas. 

Pedro Rodríguez Armenteros, director general de Infraestructuras Viarias de la Consejería que dirige Rosa Aguilar, manifestó ayer a ABC que las obras se están ejecutando con arreglo a las «máximas garantías medioambientales», dadas las características de la vía y el lugar en el que se encuentra, colindante con el Espacio Natural de Doñana.

«Existe una vigilancia ambiental exhaustiva, y aunque hay que hacer un cierto movimiento de tierras en operaciones previas, éste es totalmente necesario», dice.

Según Rodríguez Armenteros, el proyecto de la variante contempla, a posteriori, un plan de restauración integral, en el que se le da un especial valor a lo paisajístico.

«Es costumbre de la Consejería -explica el director general- tratar este plan como un proyecto independiente, que se licita aparte». En estos momentos está en fase de redacción y aún se desconoce el coste.

La variante del Rocío, impulsada por la Consejería de Obras Públicas dentro del Plan Más Cerca de Carreteras, tiene un presupuesto de algo más de diez millones de euros y estará concluida en la primavera de 2010.

Su función es dar fluidez al tráfico en la carretera A-483 que arranca en el cruce de Bollullos par del Condado (Huelva) de la Autopista del V Centenario y termina en el núcleo turístico de Matalascañas. De esta forma, la circunvalación permitirá en el futuro «sortear» la travesía de la aldea.

Una de las principales críticas que se han lanzado contra este proyecto se centra en la construcción del nuevo viaducto sobre el arroyo de La Rocina. «Era -señala Rodríguez Armenteros-una imposición de la vía. La estructura, de 60 metros de largo, la sustituimos por una que tiene 342 metros y quitamos todos los terraplenes de acceso. Por tanto, el arroyo queda totalmente natural, como estaba en un principio, y la transformación que sufre es pensando en cómo estaba antes de que se construyera la carretera».

El director general asegura que la variante se justa escrupulosamente a la legalidad, está proyectada con arreglo al Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana y tiene el visto bueno del Parque Nacional y de la Consejería de Medio Ambiente.

Recomendaciones

Además, resalta que los responsables del proyecto han seguido las directrices de las «Recomendaciones técnicas para el diseño y ejecución de sistemas viarios en medios sensibles», elaboradas por un equipo de expertos de la Estación Biológica de Doñana, al frente del cual se encuentra Miguel Ferrer, y de la propia Junta de Andalucía.

Por todo ello, Rodríguez Armenteros no mostró una especial preocupación por el hecho de que la Comisión Europea haya abierto expediente por la denuncia que semanas atrás formuló el Club Doñana -integrado por ex miembros del Patronato del Parque- por los problemas de padece el espacio protegido, entre los que destacaba el impacto de la variante.

«La obligación de la Comisión Europea es informarse, y cuando nos pregunte se le responderá a todos los puntos que nos pidan», concluyó el director general.